domingo, 25 de marzo de 2012

LA RUTA DE LA SOJA

Siguiendo aquellas arcanas rutas que trajeron la seda desde la China en tiempos inmemoriales, intentaremos hacernos con semillas de soja. Porque el tofu me encanta. Y la leche de soja, también. Y encima, nos encontramos este artículo del Integral sobre el cultivo, uso y disfrute de esta noble leguminosa. Se impone que la consigamos.

Para ello, nada mejor que dirigirnos a una gran superficie, sección Exotismos. Seguramente, allí encontraremos una bolsa como esas de lentejas, pero con las semillas sinensis en su interior. Hay que fijarse, por eso, para que no sean transgénicas, porque sino, no germinarán. Ya se cuidan nuestros amigos multinac de que así sea.

Un día, voy a decidirme, y voy a montar aquí un pedazo de laboratorio para experimentar con plantas que va a ser la repera. Conseguiré algún híbrido exuberante, cruce de calabaza con yuca e Hibiscus rosasinensis, que va a crecer sin tierra, sin agua y sin ná. Y además será capaz de decir mamá y perseguirá al primer humanoide que vea al abrir los ojos (porque tendrá ojos y todo), a la usanza de aquellos patitos de Konrad Lorenz y la impronta aquella. Al tiempo.

4 comentarios:

i dijo...

Compartimos gustos.
Lo de la soja blanca, pues aún tardara tiempo, parece.
De todas maneras el nigari és la base del cuajo. Y no sólo es cloruro de magnesio, hay mas cosas, aunque en mucha menor proporción..
Veo que has usado la fórmula tradicional.
;-)
A por los japos!
Con la soja, además, el tamari y el miso. Dos excelentes productos de su fermentación.

Robin dijo...

Tengo un botecito de cuajo para cuajar la leche de las cabras; no sé si servirá también para cuajar la leche de soja. Será cuestión de ir experimentando. Pero primero tengo que conseguir la soja.
Anda que no me divierto yo con mis experimentillos...

i dijo...

No creo que sirva el cuajo, todo es probar.
El que si sirve es el limón. Que corta igual la leche de soja o las de animales. Pero, el resultado no és más que un requesón, con grumos gruesos.
Nada que ver con el del nigari que corta la leche de soja mucho más fina y seria cómo la que puedes comprar en las tiendas. Que tampoco es tan fino como el del cuajo para el queso.
Son dos substancia que tienen poco que ver.
Aunque no se si te refieres al cuajo animal o al vegetal (herba colera, Cynara cardunculus).

Robin dijo...

El limón lo he probado para cuajar la leche de cabra, pero no me da demasiado buen resultado. El bote de cuajo que tengo es de farmacia, de origen animal. He probado también con el cuajo vegetal, hice una vez un experimento con alcachofa de huerto y diversos tipos de cardo silvestre, pero no cuajaron la leche. Supongo que no eran la especie adecuada, o la dosis era demasiado baja. Compramos el cuajo en la farmacia, y ese sí, con una puntita de cuchillo cuaja un buen volumen de leche.